La última tendencia en procedimientos estéticos se orienta hacia la realización de tratamientos no invasivos, de corta duración y con un mínimo tiempo de recuperación. Este objetivo puede lograrse por medio de la tecnología láser-IPL.
Las afecciones en las que se tiene mayor experiencia son: el envejecimiento cutáneo, arrugas superficiales, manchas solares, angiomas (manchas rojas), derrames o arañitas, y otros trastornos dermatológicos.